viernes, 14 de enero de 2022

El minúsculo punto azul.

 


«Eso es aquí (refiriéndose al puntito azul de la foto). Ese es nuestro hogar. Somos nosotros. En el que todos aquellos a los que queremos, todos aquellos a los que conocemos, todos aquellos de los que hemos oído hablar. Todos los seres humanos que han existido han vivido sus vidas. La suma de nuestra felicidad y sufrimiento. De miles de confiadas religiones, ideologías y doctrinas económicas. Cada cazador y recolector. Cada héroe y cobarde. Cada creador y destructor de la civilización. Cada rey y campesino. Cada joven pareja enamorada. Cada madre y cada padre. Cada niño con esperanza. Cada inventor y explorador. Cada profesor de valores. Cada político corrupto. Cada súper estrella. Cada líder supremo. Cada santo y pecador de la historia de nuestra especie ha vivido ahí. En una mota de polvo suspendida en un rayo del sol. La Tierra es un escenario muy pequeño en un enorme ruedo cósmico. Piensen en los ríos de sangre derramada por todos aquellos generales y emperadores, para que con su gloria y su triunfo pudieran llegar a convertirse en dueños momentáneos de una fracción de un punto. Piensen en la infinita crueldad presenciada por los habitantes de la esquina de ese píxel e infligida sobre los apenas habitantes de cualquier otro rincón. Cuan frecuentes sus malentendidos. Cuantas ganas de matarse los unos a los otros. Cuan ferviente su odio. Nuestras poses, nuestra auto imaginada importancia, la ilusión de que tenemos alguna posición privilegiada en el Universo, todo eso se ve cuestionado por ese punto de luz pálida. Nuestro planeta es una mota solitaria en la enorme y envolvente oscuridad cósmica. En nuestra oscuridad, en toda esa inmensidad, no hay ningún indicio de que vaya a llegar ayuda desde algún otro lugar para salvarnos de nosotros mismos. De momento la Tierra es el único mundo conocido que se sabe que alberga vida. No hay ningún otro lugar, por lo menos a corto plazo, al que pueda migrar nuestra especie. Visitar sí, asentarse aún no. Nos guste o no, de momento la Tierra es el único lugar en el que podemos sobrevivir. Se ha dicho que la astronomía es una experiencia humilde que forja el carácter. Quizás no haya demostración de lo absurdo de la arrogancia humana que ésta imagen tan lejana de nuestro minúsculo mundo. Para mi subraya la responsabilidad que tenemos de tratarnos los unos a los otros con más amabilidad y de preservar y cuidar mejor ese pálido punto azul. El único hogar que hemos conocido jamás.»

Carl Sagan. Cosmos.

 

Creo que poco más puedo añadir a estas palabras del maestro Carl Sagan. De él fue la idea de realizar esta foto cuando la sonda Voyager rebasó la orbita de Saturno camino hacia el espacio interestelar. Convenció a la NASA de que giraran la sonda y se hiciera esta foto que creo que es una de las imágenes más icnográficas de la Historia. Estas palabras las dijo en 1980 y hoy en día seguimos con las mismas andadas. Nada ha cambiado, al contrario, todo va para peor. Nos creemos que somos los amos de todo cuando solamente somos un minúsculo píxel en la inmensidad cósmica. Tengo claro y doy por hecho de que no estamos solos en el Universo. No creo que este planeta nuestro sea el único que alberga formas inteligentes de vida. Pero también creo que si formas inteligentes de vida, repito formas inteligentes de vida, saben de nuestra existencia no quieran jamás contactar con nosotros. Porque si una “humanidad” que vive en ésta placenta cósmica como es la Tierra y que sabe que fuera de aquí no tenemos a dónde ir, aunque ve que la maldad dominante está destruyendo el planeta cada día más. Si ni siquiera en la actualidad podemos llegar a Marte porque la radiación nos mataría de lo frágiles, pero a la vez malévolos que somos. Y el día que podamos expandirnos por el Universo lo más lógico será que nos frenen en seco y nos recluyan aquí. Porque si hemos hecho esto en nuestro planeta ¿qué no haremos con otros planetas o con otras humanidades no tan avanzadas como la nuestra?

Creo que Carl Sagan con estas palabras hizo un llamamiento planetario a que tenemos que cambiar de actitud en todos los aspectos. Porque de nada nos servirá avanzar tecnológicamente si luego cada día humanamente somos más retrasados. No somos nada en el Cosmos. Lo vemos en la foto. Ese minúsculo punto azul iluminado por los rayos solares. Nos creemos que somos el todo y la realidad es que simplemente somos un átomo de arena en un inmenso desierto. Y dentro en ese puntito azul nos creemos dioses.

Nunca dejará de sorprenderme la maldad e ingenuidad humana.

Feliz fin de semana para todos/as.

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