Temo el día que no pueda disfrutar de la intimidad de mi casa. Vivimos tiempos donde ni se respeta la buena educación de la tranquilidad del hogar. Un hogar debe ser algo aislado de lo mundanal. Un templo familiar o individual donde cada ser tiene derecho a refugiarse en su propio silencio sin afectaciones del exterior. Intimidad del hogar. Tres palabras que me parecen sagradas.
George Bernad Shaw.
George Bernad Shaw, uno de los hombres más polémicos a caballo del siglo XIX y XX, pero al que me descubro ante esta aseveración. Una de las peores cosas que puede existir son esas personas que no respetan la intimidad de un hogar. Nunca he comprendido esas esas personas que van a tomar el café a casas ajenas, visitas y demás. Oiga una casa ajena es eso. Ajena. Y eso hay que respetarlo.
Tal vez vaya en la educación. A mi me educaron en que bajo ningún concepto fuera/entrara a casa ajenas. Mi abuela siempre me decía mira que cada casa es un mundo. Y hoy puedes ir a una casa de ricos donde te agasajen de todo y mañana a una casa de pobre que no tengan para darte ni un vaso de agua. Así que tú de la puerta para adentro no entres. Y si te invitan te sientas. Callado y educado sin pedir nada ni hacer ningún comentario fuera de lugar. Porque tú no sabes lo qué hay en esa casa ni los problemas que puedan tener.
Pasado los años aquellos consejos los agradezco porque me han evitado males innecesarios, confianzas que no venían a cuento y situaciones que no estoy dispuesto a pasar en casas ajenas y muchísimo menos en la mía. Yo ni voy a casas ajenas, ni atiendo a nadie en la mía. Cuestión de pragmatismo.
Hay un dicho en América latina que viene a decir: mete en tu casa mujer guapa y acabará echándote de tu cama y apropiándose de tu marido. Y casos así a montones.
Una vez tuve que entrar en una casa por fuerza mayor por una persona que estaba convaleciente de un infarto y necesitábamos verlo. Su casa es de estas que son cocina/sala de estar. Iba con unos amigos, me siento cuando de pronto uno de ellos sigue caminando para la cocina abre la nevera y saca una cerveza. Ni que decir que yo me quedé de piedra que de la vergüenza ni sabía para dónde mirar. Tremendas confianzas. Son situaciones que a mi me ponen muy tenso e incómodo. Por eso estoy muy de acuerdo con la frase. Los hogares deben ser bolsas herméticas aisladas de personas y problemas ajenos al mismo. Pero repito, todo va en la educación y hay gente que les parecen divinas recibir/hacer visitas. A mí no.
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