sábado, 12 de febrero de 2022

Un soplo de vida

 


Género: Novela.

Autor: Paul Fleischman (Estados Unidos).

Año de publicación: 1998.

«Brent consultó su reloj. Eran las cinco y treinta y cinco. Odiaba las horas antes de una fiesta. Una energía nerviosa se agitaba en su interior. Volvió a concentrarse en la pantalla del ordenador y, empujado por la musiquilla incesante, recorrió a toda velocidad los oscuros pasillos del videojuego disparando contra todo lo que se le acercara…»

Hoy traigo una interesantísima novela de las catalogadas como juveniles. Aunque eso de catalogar libros es un concepto que no me gusta pues creo que pasada una edad se puede leer cualquier libro. Acotar un libro por ejemplo a “juvenil” parece como si ya luego de adulto no se pudiera leer sin que parezca una puerilidad. Pero bueno, eso ya es tema para psicólogos y educadores y no para este humilde blog.

Paul Flieshman nos presenta en este libro la historia de Brent. Un joven que por unas circunstancias específicas, por supuesto no las voy a desvelar, cambia en un instante su vida. Esto hace una especie de efecto dominó de que en el trascurso del tiempo cambie la vida de otras personas que no conocen a Brent, ni siquiera entre ellas mismas, en cuatros puntos de Estados Unidos. ¿Serendipias? No creo que sea la palabra adecuada. Tal vez la palabra causalidad le sea más acorde.

Es una novela con un mensaje muy potente de como nuestros actos, consientes o inconscientemente, pueden cambiar la vida de personas que ni siquiera conocemos y de las que estemos a miles de kilómetros de ellas. Algo que por otra parte vemos a diario, aunque no nos demos cuenta, en todos los estamentos de la sociedad. ¿Alguna vez nos hemos parado a pensar la enorme dependencia que tenemos en muchos aspectos de nuestra vida en persona que ni siquiera conocemos? Claro ejemplo estos tiempos que padecemos. Aunque la novela se centra en cuatro historias en concreto, originadas por una primigenia, la de Brent, no es sino un alegato a las consecuencias de nuestras acciones. Tal vez por eso sea un libro catalogado como juvenil pues es en esa edad donde las personas ya empiezan a tomar sus propias decisiones.

Libro totalmente para leer a cualquier edad pues nuestra vida siempre es una suma concatenada de decisiones + acciones. No es una novela precisamente nihilista. Al contrario, es un libro que se contrapone al mismo, ya que nos da la lección de que todo tiene consecuencias. Da igual que sean positivas o negativas. Al final todo es consecuencia. Este es un libro de reflexionar. Escrito en un lenguaje sencillo, como sus personajes, y unas historias amenas que marcan sus vidas, pero que nos trasmite un mensaje fuertemente humanístico. De esos libros que dan para pensar en una profunda meditación poslectura.

Saludos y buenos libros.

viernes, 11 de febrero de 2022

Ganar o perder.

 

Ganar o perder. Ganar con una buena mujer o perder lo más bonito de la vida (ella). Tú eliges. Imagen: Amanda Oleander 2018.

Dice García Márquez:

Si te atrae una mujer
por la talla de su pecho,
por su cintura o por sus caderas,
te estás equivocando.

Si lo que más valoras en ellas son los rasgos de su cara
el color de sus ojos, la longitud de sus piernas
o como se le ve con minifalda
te sigues equivocando .

Una mujer es su actitud,
su forma de ser, la forma en que te trata y te mira,
su risa y sus silencios.

Una mujer es su inteligencia, su rebeldía
su entrega, su generosidad, su capacidad de hacer varias
cosas simultáneamente, sus manías.

Lo mejor de una mujer no es su envoltorio, es lo que hay dentro:
Su humor, sus ocurrencias, su valentía , su forma de pensar...

Un hombre de verdad,
un hombre inteligente,
se enamora de lo que otros ni se imaginan

Ese hombre puede ver, lo que otros ni imaginan que exista
y eso, amigos tiene un premio..
Y se llama FELICIDAD..


LA PIERDES ...

Debes de ser tan idiota para provocarle lágrimas a quien te ha provocado la mejor sonrisa.

Y te preguntas ¿Por qué la estoy perdiendo?
La pierdes, cuando ella te regala el alba en su mirada y tú le haces grises sus días.

La pierdes, cuando ella se convierte en arcoiris tan solo por pintar tu mundo y tú a cambio le das indiferencia.

La pierdes, cuando ella aún te llena de detalles y tú a cambio le mientes.

La pierdes, cuando ella espera una llamada o un mensaje tuyo, y tú le escribes a alguien más.

La pierdes, cuando ella te busca para que la abraces y tú la usas físicamente.

La pierdes, cuando ella aún te ve con admiración y tú la ves como la que prohíbe tu libertad.

La pierdes... porque simplemente tú, no mereces a alguien como ella.

 

En cada día y minuto de mi vida más convencido estoy de estas palabras de García Márquez. Una mujer no es lo que se ve sino la magia que trasmite. En ese cosmos está la ingravidez de su verdadera belleza. Tarde me vine a dar cuenta yo de ello y ahora lo pago en muy alto tributo. Porque lo mejor es lo que mejor hay que conservar. Y mujeres así son una bendición.
Me encanta eso de: “…cuando ella se convierte en arcoíris tan solo por pintar tu mundo…”
Valoren a las mujeres que tienen a su lado porque si el sentimiento es mutuo tienen el mejor tesoro del mundo. Siempre lo digo, la mejor lotería que le puede tocar a un hombre es una buena mujer.

Es lo que hay.

Saludos y buenos libros. 


Imagen: Amanda Oleander 2018.

sábado, 5 de febrero de 2022

El alma de la ciudad.

 



Género: Novela.

Autor: Jesús Sánchez Adalid (España).

Año de publicación: 2007.

«El camino era muy hermoso en aquel tramo. Discurría cuesta abajo, en suave pendiente, por un bosque repleto de verdes helechos que crecían al pie de los troncos de los árboles…

Cuatro caminantes avanzaban a buen paso, en dirección al norte. Eran cuatro peregrinos camino del santo templo del Apóstol Santiago, allá en Compostela. Se conocían bien entre ellos, después de muchas jornadas de calzada…»

Dicen que cada libro debe de ser leído llegado su momento. Pudiera ser. Trece años estuvo en mi biblioteca. Perdido a su vez entre miles de libros esperando a que lo escogiera. Aún recuerdo donde lo compré. Fue en el año 2007 en la desaparecida, ahora en Santa Úrsula, librería Caletre en La Orotava (Tenerife). El alma de la ciudad había sido premio Fernando Lara 2007 en un momento que la novela histórica vivía una época dorada tras la revolución del Código DaVinci de Dan Brown. Siguiendo la tónica de aquel momento, pero con identidad y características propias, mezcla personajes reales y hechos históricos de forma novelada. Pero ahí quedó este libro pendiente por leer hasta varios años después. Tal vez ese arma de doble filo de tener muchos libros pendientes, y el acometer una novela de 650 páginas (luego me parecieron 65 por cómo me sumergí en su lectura), hace que a veces vayamos regateando estos textos tan voluminosos.

Trece años tuve en mi casa la historia de Blasco Jiménez de Ávila. Una historia sobre la grandeza y bajezas humanas que aunque está ambientada en la Edad Media bien podría ser una historia sucedida en cualquier época. Un libro que a medida que lo iba leyendo llegaba a una frase, una reflexión, una trama de la historia que me daba como un bofetón mental de tener que parar para asimilar las grandes verdades que se afirmaban. Cada noche me decía voy a leer uno o dos capítulos y acababa leyendo cinco.

La fuerza espiritual de don Bricio, las malas tretas del mentiroso Hermersindo, la traición entre opulentos engaños de Abasud, las seductoras argucias de Doxia, la bondad de don Arnaldo en contraposición de la rectitud de don Blas… El honor, la lealtad, la corrupción humana, la lucha por unos ideales y un terruño. Todo se condensa en esta magnifica novela magistralmente escrita. Múltiples personajes, algunos inesperados, que transitan por ella en una historia relatada años después de sucedida por uno de esos cuatro peregrinos camino a Compostela.

Me queda la esperanza de que llegue a manos de alguien importante porque de aquí se podría sacar una gran serie. Jesús Sánchez Adalid, del que nunca había leído nada, creó una obra literaria con este libro. En mi opinión es uno de los mejores libros que he leído en lo que llevamos de siglo. Como lector me sentí privilegiado.

A saber cuántos relatos fascinantes están en mi biblioteca aun por leer. Admito que ni yo mismo lo sé. Pero sí quería compartir hoy estas líneas de un libro que me hizo reflexionar, y mucho, en las jornadas que le dediqué y mucho más allá de ellas. Fue tal el choque de palabras y de remover la conciencia que un día leí esto en uno de sus capitulo:

«En medio de aquella soledad inmensa, los últimos pájaros buscaban las alamedas entre las que el rio discurría como plata fundida. Todo el conjunto de la ciudad, murallas, torreones, castillos, campanarios, casas, me pareció una visión entrañablemente familiar, como si hubiera vivido allí durante siglos. Era una imagen grabada vivamente en mi alma, que en aquel momento embargaba todo mi ser. “Es la visión” -me dije-; la visión de la ciudad.

Comprendí que el hombre suelto en el aire, sin raíces en la tierra, es alguien extraviado. La humanidad enraizada es la ciudad. Todo hombre necesita una ciudad para saber quién es en este mundo…»

He de confesar que este fragmento me impresiono profundamente. Tanto que decidí extrapolar esas palabras para un artículo aparte en mi otro blog, pues me sentí tan conmovido y tan identificado que necesitaba escribir algo en aquel sublime momento donde sentí una epifanía como lector. Dicho artículo pueden leerlo pinchando aquí.

Totalmente recomendable. Siempre digo que las buenas historias no tienen fecha de caducidad. Un libro siempre es un libro y esta historia es de una humanidad brutal. Una muy buena lectura para estos tiempos tan inciertos. Yo la leí en pleno confinamiento. Momentos de máxima incertidumbre donde un personaje como Blasco y todas las vicisitudes que rondan su vida se magnifican. Cambiaran las épocas, los problemas, los roles… Pero no la condición humana tanto como creemos. Ahí lo dejo.

Saludos y buenos libros.