Vivimos en un mundo extraño. Ya más distópico que utópico. Y eso se extrapola a las relaciones donde todo parece que se asienta en las bases, y no es la primera vez que lo digo, de dinero para gastar, coche para pasear y cama para follar. En los nuevos roles de las relaciones sentimentales precisamente los sentimientos parece que van aparte y en base a lo que materialmente se pueda ofrecer.
De nada vale que una de las dos partes ofrezca amor, sacrificio, lealtad… si luego no aportan nada material. Sinceramente no sé por qué llaman a eso relación cuando es un “follamigos”. Y ni eso porque para tales lides también se cuantifica en lo material. Una vez leí una viñeta donde una mujer de mediana edad le preguntaba a una anciana:”¿quién fue el hombre de mi vida?”. Y esta le respondió: “aquel que rechazaste innumerables veces”. Esta es la cruda realidad. La que hace que haya mucha gente frívola y otras tantas frustrada con el amor. Luego vienen los silencios, el distanciamiento y por último el dolorido o indiferente adiós. Porque se ha rechazado y despreciado lo mejor que esa persona podía ofrecer que eran sus sentimientos. Si alguien te dice unas palabras como en la imagen que acompaña este escrito habría que tener más capacidad para saber qué buscas. ¿Materialismo o amor? Porque igual no es. Y nadie va a robar o matar por contentar una relación toxica.
Desgraciadamente en estos tiempos Euro gana a Amor. ¿Pero dinero, coche y cama duraran tanto como el amor? Posiblemente cuando se venga a llorar a esa persona, que tal vez era el amor de su vida, sea demasiado tarde pues el tiempo y el silencio han borrado cualquier resquicio de sentimiento. Lo que hoy gastas, paseas y follas mañana lo suspiraras en amor.
Feliz fin de semana para todos/as y buenos libros.
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