Esta imagen me lleva a la siguiente
reflexión. ¿Qué es lo que se acaba en una relación? ¿El amor? ¿O es que
previamente de acabarse el amor se acaba el dinero?
Se que me voy a meter ahora en
aguas procelosas con este comentario. Soy el primero en defender que cada uno
con su dinero hace o que quiere. Pero estamos en la época del postureo en redes
sociales y eso se ha extrapolado a las relaciones y hay parejas que parece que
son todo postureo y nada de amor. Y el amor es una de las pocas cosas que no
puede comprar el dinero.
Se de parejas que no se han
podido formar por el dinero. El motivo es bien fácil. Él/ella vive en el postureo,
en la terraza del bar, en el viaje, en el apartamento de fin de semana, en las
cenas fuera de casa y un amplio sin fin que el único objetivo marcado es la
foto en las redes sociales. Y eso cuesta un dinero. Y muchas veces la otra
parte de la pareja no puede seguir ese ritmo. No todo el mundo tiene 2.000 €
todos los meses para caprichos. ¿Y qué hace roba para contentarlo a él o ella?
Parejas basadas en el materialismo y en lo superficial. De esos que follan,
pero no hacen el amor.
Luego hay otra clase de parejas
como las alegóricas a esta foto. Los que son inmensamente felices sentados en
la plaza, de senderismo o en casa acurrucados. Parejas unidas y cohesionadas
por el amor donde son conscientes de sus situaciones, o porque simplemente no
necesitan más, aunque puedan permitírselo, y no piden ni quieren más de lo que
les pueden ofrecer porque saben que de otra manera la otra parte de la relación
acabaría aburriéndose por no poder dar más de lo que puede. ¿Por qué será que
esta segunda clase de parejas duran más que las del postureo?
Creo que si tienen para disfrutar
disfrútenlo. Pero si no lo tienen, o uno de los dos aspira a más, mejor no
formar pareja porque el que no tiene para dar más acaba aburrido, triste y con
una sensación de ser un/a mierda. El amor debería, al menos como yo lo
entiendo, ser complicidad a nivel espiritual y no a nivel material. Y cuando
tienes la fortuna de que se cruce en tu vida una persona con la que bailas en
comunión cósmica se es feliz hasta con lo más mínimo. Por eso hay muchas
parejas que en apariencia eran bonitas y se rompen. Porque no se vaciaron los
sentimientos., tal vez eran pocos. Se vació la tarjeta de crédito. Tampoco les
voy a decir esa frase de: “no es más feliz quién más tiene sino quien menos
necesita.” Típica frase odiosa de gente rica.
Corren malos tiempos para el amor
verdadero. Sean felices que el amor verdadero es lo más bonito que hay. Y eso
no se puede comprar ni con dinero, ni con postureo, porque eso nace y bebe de
la misma fuente que el movimiento armónico del universo.
«No hubo ninguna advertencia. Nada
que permitiera predecir lo que ocurriría. Nada en absoluto. Se bajó del coche.
Le dolía la espalda. Más tarde recordaría haber pensado entonces que el seguro
de desempleo era una buena cosa, a pesar de que uno tiene que hacer lo que
ellos quieran, y tendría que trabajar como secretaria. No le importaba hacerlo,
pero le resultaba divertido. No sabía muy bien por qué encontraba cómica la
situación. Sintió un pinchazo de dolor al cerrar la puerta del coche…»
Hay libros que te marcan sus
historias. Y hay otros que te remarcan sus páginas, y más cuando están basadas
en hechos reales. Esto es lo que me pasó en su día con este ensayo novelado que
hoy traigo al blog. La terrible historia sucedida a Carlota Moran en el año 1974
y de la que aún hoy en día resuenan sus ecos, siendo uno de los fenómenos más
documentado de la historia de la parapsicología
Frank de Felitta construyó este
excelente, y tétrico, relato en base a una historia verídica que conmocionó la
vida de una joven madre y sus tres hijos. La novela fue un éxito mundial y tuvo
su secuela en película. Pero vayamos por partes.
Carlota Moran era una joven madre
de tres hijos que residía en California. En aquel momento vivía del subsidio de
desempleo y estudiaba en la escuela de secretarias. Una vida normal dentro de
sus dificultades económicas y una relación de pareja no consolidada del todo
con Jerry, aunque este tenía bastantes problemas con el hijo de Carla.
Todo iba en esa normalidad del
día a día hasta que una noche Carlota es violada en su propia habitación por una
fuerza invisible. Allí empezó para ella un calvario de violaciones,
incomprensiones e incluso de juzgarla, y auto juzgarse, de si había perdido la
cordura. Obviamente acabó en manos de psiquiatras que por mucho que hicieron por
ella no conseguían dar solución al problema que la acosaba y que cada vez se producían
con más asiduidad y violencia.
El equipo psiquiátrico dictaminó
que Carlota podía sufrir erotofobia debido a las complicadas relaciones
paternas y de pareja que había tenido en su vida.
Las casualidades, o causalidades,
hicieron que Carlota conociera a dos estudiantes de parapsicología, Gene Kraft
y Joe Mehan, que le dieron un nuevo giro en una investigación paralela capitaneada
por la doctora en psicología Elizabeth Cooley.
Un grupo de parapsicólogos, entre
los que había nueve fotógrafos profesionales, la acompañaron por las noches donde
captaron con cámaras Polaroid halos de luz tras violentas manifestaciones de
poltergeist. Bolas de luz que se juntaban y formaban un cuerpo en una luz verde
amarillenta y un olor nauseabundo. Muchos parapsicólogos fueron testigos de
estas materializaciones y sufrieron consecuencias psicológicas y físicas como
miedo, náuseas, mareos y desmayos.
Todo esto nos hace remembrar al mito
de los íncubos y súcubos de la Edad Media. Incluso Carlota sostuvo que se había
quedado embarazada del Ente. Los ginecólogos diagnosticaron que tuvo un
embarazo sin embrión. Un embarazo anembrionado. La pregunta es: ¿qué o quién
fecundó el óvulo? En el libro se relata como el propio Ente le practica una
especie de aborto que es espeluznante.
Cinco veces se mudó de domicilio
y el Ente la seguía. Con el paso del tiempo las violaciones fueron remitiendo,
pero durante muchos años vivió acosada.
Hay que recalcar que toda esta
investigación acabó en un grupo interdisciplinar de científicos y parapsicólogos,
que si bien sus relaciones y puntos de vista eran antagonistas, siempre
tuvieron claro que la salud, seguridad y privacidad de la paciente era primordial.
Frank de Felitta fue de los pocos, no siendo científico ni parapsicólogo, que
pudo entrar en ese reducido grupo. Eso conllevó que debiera tener muchísimo
tacto en la forma de escribir el libro y en la película que se hizo. Porque las
incógnitas que surgen en el libro las resuelve la película y viceversa. Frank
de Felitta siempre fue un apasionado de estos temas y su bibliografía y
cinematografía son muy enfocados al mismo. Hay que incidir en que debido a la
protección dada a la intimidad de Carlota Moran y su equipo médico los nombres
tanto de la paciente y su médico principal fueron cambiados en el libro y la
película, así como otros detalles como por ejemplo dónde residía. Años después
trascendió que el verdadero nombre de Carlota era Doris Bither y que el
nombre del doctor Gary Sneiderman era Dr. Taff.
Carlota Moran falleció en Julio
del año 2006.
Esta es un breve preámbulo que de
esta historia para poner en contexto estos terribles hechos.
Personalmente el libro me parece
de una factura literaria fabulosa. Muy bien redactado y con unas páginas que
atrapan al lector desde el primer momento. La novela en sí crea su propio
ambiente que nos lleva sobre el terreno de aquellos misteriosos sucesos de
índole paranormal. Igualmente también es un libro que reivindica la lucha académica
que se tiene por normalizar a nivel universitario la parapsicología a la vez
que se enfrenta contra las ciencias exactas. Hay dos extensos capítulos en el
mismo donde se desarrollan los enconados debates entre ambas disciplinas.
Debate irreconciliable entre las dos partes que pasadas varias décadas aún
sigue estando vigente, pese a que la parapsicología ha avanzado grandes trechos
para ser, si no aceptada, al menos oída. Recordemos que todo esto sucedió en la
realidad y que el autor magistralmente logra recrearlo en este libro. Todo lo
que se lee en sus páginas, si bien está un poco modificado, fue extensamente
fiel a la realidad.
Este es un libro para leerlo con
mente abierta, pero a la vez crítica, porque son unos hechos de tal impacto
emocional y físico en la protagonista y su entorno más cercano que dan mucho
que pensar. Verse en tal tesitura y que nadie pueda dar una ayuda efectiva ante
la misma debe ser una experiencia que va mucho más allá de lo traumático.
El libro tuvo su película,
dirigida por Sidney J. Furie y estrenada el 4 de Febrero de 1982, aunque otras
fuentes ponen que fue justo un año después supongo que en Europa. La película
digamos que no tuvo el éxito del libro y creo que fue injustamente ensombrecida
por coyunturas de fechas. En su estreno ya estaba en post producción otro título
mítico del cine paranormal como era la tan recordada Poltergeist. Esta película
dirigida por Steven Spielbergtuvo
un fuerte marketing estrenándose en Estados Unidos un 4 de Junio de 1982 por lo
que coincidieron durante un tiempo las dos en cartelera tanto en Estados Unidos
como luego en Europa u otras zonas. Sinceramente les voy a confesar que siendo
dos películas de temática similar, pero rodadas una de forma independiente de
la otra, hay partes del guion que ponen de manifiesto el llamamiento
reivindicativo de que la parapsicología debe ser una ciencia estudiada y
aceptada a nivel universitario. Pero mientras Poltergeist tiene sus momentos tranquilos
de cara al espectador “El Ente” es una película abrumadora y visceral. No da
tregua al espectador pues va totalmente al grano.
Puntualizar que desde hace un
tiempo se habla de un remake de esta película del que incluso llegó a
rumorearse que James Wan sería su productor, pero no hay nada seguro a día de
hoy. Seria interesante que este remake se uniera a James Wan, pues es un
clásico del cine de terror con títulos de tanto éxito como la saga The
Conjuring, Anabelle, La Monja o Insidious entre otras.
Pero no quiero ir más allá en la
comparativa de ambas películas porque ambas son dos peliculones de culto que yo
invito a ver, pues El Ente es un clásico del cine de terror injustamente
olvidado. Prefiero en este escrito dar mi opinión sobre la película que atañe
al libro que hoy referencio.
Querido lector/as yo siempre he
sido una persona de las que primero lee el libro y luego ve la película.
Obviamente siempre y cuando libro y película me interesen porque hay muchísimas
películas que veo basadas en novelas las cuales no he leído nunca. Creo que eso
es algo que nos pasa a todos.
Pero con “El Ente” hago una excepción.
Te recomiendo que si eres persona muy susceptible a estos temas primero veas la
película y luego si te interesa lees el libro. Y voy a exponer el por qué de
esta honrosa excepción que hago.
La película en sí no tiene
grandes efectos especiales. Como toda película basada en un libro su guion
difiere del mismo por cuestiones de tiempo. Este es un film muy bien hecho y
con unos parámetros a nivel psicológico muy bien estructurados para buscar
generar un miedo al público, no al instante, aunque no da tregua en la tensión,
sino pasadas horas o días. El miedo, las preguntas e interrogantes llegan al
caer la noche en la soledad del hogar o de la habitación y empezar a pensar los
hechos sucedidos a Carlota Moran y en revivir escenas de la película. Y más con
la magnífica interpretación de Barbara Hershey.
Es un film con un grandísimo
reparto con otra actuación sublime de Ron Silver interpretando al doctor Gary Sneiderman.
Al igual que los personajes de George y Cindy, interpretados por Michael
Alldredge y Margaret Blye, matrimonio amigo de Carla, que tienen muchísima más
profundidad en el libro. Mientras que otro personaje como Jerry Anderson (Alex
Rocco), prometido de Carlota, para entender su rol en la película hay que leer
el libro. Jerry tiene una historia personal brutal.
Trailer (en inglés) de El Ente.
Pero no quiero desentrañar más el
libro y la película. ¿Quién ganó al final la batalla? ¿Ciencia exacta o
parapsicología? Pues yo opino que quedó en honrosas tablas. Y lo más importante
¿qué o quién era el Ente y sus secuaces? Tengo mis teorías, que por su puesto
no desvelaré, pero que si el libro me pone sobre las mismas, la película me las
confirma.
Esta es la aportación que hoy
hago al blog siendo consciente de que es una historia bastante fuerte y no apta
para todo el mundo bien como lector o espectador. Pero fue una historia que
desde que llegó a mis manos en formato de libro a mí me atrajo y que siempre tuve
claro que quería compartir esta historia en este blog.
Si ves el libro y te interesan
estas temáticas no dudes en adquirirlo. O al menos, como expuse más arriba, ve
la película y luego decide si internarte o no en la historia.
Sí. Díselo siempre y la veces que
haga falta a esa persona. Cada vez que lo necesite, lo merezca o esté
desanimado/a. Pero díselo de corazón y sinceridad y nunca por quedar bien. Por
desgracia en esta sociedad donde todo se mide por el beneficio que se puede
obtener hay que tener cuidado con esas personas toxicas que te alaban buscando
su propio beneficio. De esos/as de sonrisa falsa y aduladoras palabras. Por lo
menos conmigo cavan su propia tumba.
Las cosas se dicen de corazón y
si las sientes. Para bien o para mal. Y si no cállate y márchate porque estás
intoxicando a buenas personas que acaban convirtiéndose en almas quemadas y
frustradas por culpa de cuatro seres de oscuridad que se les cruzan en el
sendero de la vida. Por desgracia parece que la sinceridad y el honor a la
palabra dada están hoy en día muy mal visto. Como algo pasado de moda que no
tiene cabida en la hipócrita sociedad de hoy en día.
Por eso yo a quién le dedico mis
palabras se las ofrendo de corazón porque nada busco que pueda causarles algún
mal. Soy feliz siendo ellos/as felices. ¿Qué se gana generando lo contrario?
Hay que leer, aunque sea en tiempos de guerra, buenas obras como "Guerra del Tiempo" del gran Alejo Carpentier. No son buenos tiempos y parece que el Tiempo tampoco nos es propicio.
Género: Novela.
Autor: Alejo Carpentier (Cuba).
Año de publicación: 1959.
«-¿Qué quieres
viejo?...-
Varias veces cayó la pregunta de
lo alto de los andamios. Pero el viejo no respondía. Andaba de un lugar a otro,
fisgoneando, sacándose de la garganta un largo monólogo de frases
incomprensibles...»
Inicio de "Viaje a la semilla".
Primer cuento de Guerra del Tiempo.
Cronos, ese bribón que no detiene
ni un millonésimo instante el tiempo por nada ni por nadie. Uno de los eternos
conflictos del pensamiento humano que se va delatando, y dilatando, en nuestro
cuerpo donde cada día y a cada hora que pasa se va inexorablemente envejeciendo.
La verdad que no empiezo de
manera halagüeña, no es mi intención, este escrito, pero el tiempo es así. Y
dentro del margen que nos da el tiempo nos cruzamos en la vida con libros como
“La guerra del Tiempo” del gran Alejo Carpentier. Es este un libro, escaso en páginas,
pero grande en contenido se desarrollan tres magníficos cuentos donde todo
pivota sobre el tiempo y el genero humano. Al ser un libro pequeño lo leí en un
solo día. Y no en cualquier jornada, sino en esa noche única que es
transición de un año a otro como es Nochevieja. Así que lo leí en una noche
llena de simbolismo.
Magníficamente redactado se nos
cuenta en tres historias diferentes (aunque en algunas ediciones le anexaron
dos cuentos más, "Los fugitivos" y "Los advertidos", y una
pequeña novela “El Acoso”). Mi ejemplar consta de sólo los tres primigenios
cuentos "Viaje a la semilla", "Semejante a la noche" y
"El camino de Santiago". Todos ellos diferentes personajes y tramas,
pero un nexo común como es el Tiempo. Cada cuento da para reflexionar, y mucho,
sobre nuestro paso por el mundo. Nuestras acciones y la huella que dejamos en
las personas que nos rodean. Todo ello con una literatura que es un placer de
leer. Mientras en España, siendo madre patria del castellano, hemos perdido
muchísimas palabras, o quedan ya sólo en uso en zonas muy concretas, en Iberoamérica
siguen conservando los vocablos de ese castellano recio. Y es de agradecer que
novelas como ésta, al igual que de tantos grandes autores castellano hablantes
del siglo XX sigan conservado ese dominio del idioma en su forma más bizarra.
No tenemos sino que ver el currículo de Carpentier para darnos cuenta que era
de esas personas de carácter renacentista. En 1977 se le concedió, entre otros,
el premio Cervantes a parte de una miriada de premios y galardones que
recibió a lo largo de su prolífica vida de escritor.
Cuentos estos catalogados como
realismo mágico. Ciertamente pues no hay nada más real y mágico que esa
combinación entre vida y tiempo. Guerra del tiempo… ese conflicto bélico en el
que participa toda la humanidad con tal fatal desenlace. Cronos da, quita y
juega. Y en este libro bien se demuestra. Ahora recuerdo una frase que se lee
mucho en las redes sociales que dice: ”gracias vida por lo que me pones, por lo
que me quitas y por lo que me acomodas”. No sé si viene al caso, pero lo asocio
con ello.
No cabe duda de que corren
malos tiempos para la Humanidad y para el propio Tiempo. Quien sea asiduo a
leer literatura oriental meditará que debemos de estar llegando al punto álgido
de Kali Yuga. Incluso Guerra del Tiempo tiene algo del fin de los tiempos. Aprovechemos bien el tiempo en
esta guerra sin tregua y disfrutemos de la buena lectura y literatura como la de Alejo
Carpentier.