Es este el mes por excelencia del libro, aunque debería ser siempre, y quería lanzar en este último viernes de Abril una pequeña reflexión en base a ésta frase de Borges.
Indudablemente no estamos hechos para toda clase de libros, por mucho que nos empecinemos en lo contrario. Si aburre, es tedioso y demás es que esa historia no fue escrita para nosotros. No pasa nada. Hay más días y más libros por leer. Fascinantes historias que están esperando ser descubiertas y que pueden hacer una lectura amena y llena de aprendizajes. Eso bien lo sabemos los que poseemos biblioteca con miles de volúmenes leídos en nuestro marcador.
Los libros son como las personas. Unas te fascinan desde el primer segundo y otras pasan años y no te aportan nada. Ese es un misterio espiritual que comparten personas y libros. Por eso cuanto más conoces a las personas y más lees mayor sabiduría adquieres.
Rodéense siempre de buenas personas y buenos libros. No es tarea fácil, porque a veces la vida te las entrega mal dadas. Pero eso es parte del camino iniciático al conocimiento de la condición humana. Yo he aprendido más con una amena conversación o con un simple libro de ficción que con trimestres enteros de estudios.
Y como todo en la vida, empezando por personas y libros, hay que saber conservar, pero también soltar a aquello que no nos colme espiritualmente. Como bien decía Borges, él siempre tan sabio, la lectura debe ser una forma de felicidad.
Saludos y buenos libros.
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