Año: 1945
Duración: 126 min.
País: Estados Unidos
Dirección: Leo McCarey
Guion: Dudley Nichols
Música: Robet Emmett Dolan
Fotografía: George Barnes.
Género: Comedia, musical, religión.
Reparto: Bing Crosby (padre Chuck O'Malley), Ingrid Bergman (hermana Mary Benedict), Henry Travers (Horace P. Bogardus), William Gargan (Joe Gallagher), Ruth Donnelly (hermana Michael), Joan Carroll (Patricia Gallagher "Patsy", Martha Sleeper (Mary Gallagher), Rhys Williams (Dr. McKay), Richard Tyler (Eddie Breen), Una O’Connor (Srta. Breen).
Premios.
1945: Oscar: Mejor sonido. 8 nominaciones
1945: Globos de Oro: Mejor actriz (Ingrid Bergman)
1945: Círculo de Críticos de Nueva York: Mejor actriz (Ingrid Bergman).
Película que hoy reseño y que me parece muy interesante sobre todo a nivel docente. Las campanas de Santa María es un filme que demuestra dos formas de ejercer la enseñanza totalmente distintas. La encarnada por el padre Chuck O’Malley de una metodología de hablar con el alumno, de que crea en si mismo, de que los limites los pone él y otra metodología mas estricta y rigurosa de las reglas y planificación encarnada por la hermana Mary Benedict.
El padre O'Malley acaba de llegar a su nuevo destino como sacerdote del colegio de monjas y la parroquia de Santa María, en un barrio humilde de Nueva York. Pronto se verá enredado en los problemas del barrio y de los alumnos, lo que le lleva a formar un coro para sacar a los chicos de la calle. La vida del colegio le lleva a estrechar la relación con la hermana Benedicta, superiora del convento y directora del colegio, y a participar de las ilusiones de la congregación: que un millonario, Horace P. Bogardus, done un moderno edificio cercano como nueva sede del vetusto colegio.
Que el lector no se lleve a engaño, no es un musical, pese a la siempre imponente interpretación de Bing Crosby. Al contrario, es una película sosegada, pero excelente comedia entre la inocente ingenuidad y la religiosidad. La magia interpretativa del dúo Crosby-Bergman es indudable y nos permite gozar de una entrañable película. Para durar más de dos horas, cosa que a mí ya no me agrada, he de confesar que se me hizo corta en el tiempo.
Esta película no es sino la continuación de "Siguiendo mi camino" (1944), también de Leo McCarey y ganadora de 7 Oscars, donde el padre O'Malley vuelve a ser el protagonista de otra historia que alaba las bondades de la Iglesia Católica.
Creo que a nivel educativo es interesante por la fuerte exposición que tiene de cómo, en qué circunstancias y con qué alumnos hay que aplicar uno u otro método.
Mi calificación un 5/5.
Saludos y buenas películas.
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