Género: Novela fantástica.
Autor: Edición de Cristopher Tolkien (Gran Bretaña).
Año de publicación: 2007.
«Hador Cabeza Dorada era señor de los Edain y amado de los Eldar.
Vivió mientras duraron sus días al servicio del señorío de Fingolfin,
que le concedió vastas tierras en la región de Hithlum llamada Dor-lómin.
Su hija Glóredhel se casó con Haldir, hijo de Halmir, señor de los Hombres
de Brethil; y en la misma fiesta su hijo Galdor el de Alta Talla se casó con
Hareth, hija de Halmir.
Galdor y Hareth tuvieron dos hijos: Húrin y Huor. Húrin era tres años
mayor, pero de menor talla que otros hombres de su estirpe; en esto salió al
pueblo de su madre, pero en todo lo demás era como Hador, su abuelo, claro
de cara y de cabellos dorados, fuerte de cuerpo y de ánimo orgulloso. Pero el
fuego de él ardía sin pausa, y era firme de voluntad. De todos los Hombres
del Norte, nadie conocía como él los designios de los Noldor. Huor, su
hermano, era alto, el más alto de todos los Edain, salvo su propio hijo Tuor,
y muy veloz en la carrera; pero si la carrera era dura y prolongada, Húrin era
quien primero llegaba a la meta, porque tanto se esforzaba al final como al
principio. Había un gran amor entre los dos hermanos y rara vez se
separaron en su juventud...»
Mucha
gente cree que Tolkien sólo escribió El Señor de los Anillos, El Hobbit y poco
más, cuando ni por asomo es así.
Este en concreto es de los títulos primigenios de su saga. Está ambientado en la Primera Edad, cuando hombres y elfos hacía poco que vivían en la Tierra Media. Ni siquiera existían aun los Hobbits. Lástima que estas primeras obras de Tolkien a veces sean difíciles de conseguir porque nos llevan al origen de todo.
En
ella se narra la trágica historia de amores imposibles, pasiones y guerras entre
la Luz y la Oscuridad, mientras hombres, elfos, enanos, orcos y dragones luchan
por el dominio de la Tierra Media.
Me es algo complicada de definir por sus enrevesadas genealogías y toponimia, más si cabe cuando un mismo personaje cambia de nombre o apodo y un paraje de denominación a causa de hechos que acontecen.
Su trama sí es fácil de seguir y atractiva. No deja de asombrar la enorme imaginación de Tolkien, sino la creación y ensamblaje de linajes, parajes, montañas, ríos…
Es una de las historias fundamentales de El Silmarillion y Cuentos inconclusos de Númenor y la Tierra Media, readaptada por Christopher Tolkien para hacerla más simple. Nada tiene que ver con El Señor de los Anillos.
Sin
embargo, para los amantes de la Tierra Media resulta una delicia disfrutar de
este relato de la Primera Edad y saborear su fuerte carácter tolkeniano. Pero igualmente
parece que está algo infravalorado y lo achaco a lo arduo de sus genealogías y topónimos.
Incluso si has leído El Silmarillion no te recomiendo leer los Hijos de Hurín,
pues acabarás con la sensación de que has perdido el tiempo.
Una obra muy recomendable para los que nos guste la literatura fantástica, con varias lecciones a nivel humano e ilustrado por Alan Lee, posiblemente el mejor ilustrador en la actualidad.
Le asignaré un 4/5, aunque para los acérrimos de El Señor de los Anillos (y punto) le esté dando una nota muy alta.
Saludos y buenos libros.
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